''El acto
solidario de la donación de órganos”
Si bien los trasplantes se han convertido en una
práctica habitual, aún persisten fuertes temores en la población para donar
órganos. Lograr su superación es la clave para aumentar el número de los
dadores solidarios que hacen falta para salvar miles de vidas.
Las razones que dificultan la decisión de ser
donante son múltiples. En muchos casos, arraigan en convicciones de índole
religiosa, moral o filosófica que cuestionan la donación. En otros, se fundan
en el temor a la existencia de traficantes de órganos, o en la desconfianza en
el sistema de salud, que llevan a pensar que alguien podría no ser asistido
bien o a tiempo para obtener sus vísceras. También está el caso frecuente de
quienes no pueden sentirse solidarios en el momento en que atraviesan el dolor por
la muerte de un ser querido, que es cuando se les requiere que dispongan la
entrega de los órganos para prolongarle la vida a otro ser humano.
Es preciso, entonces, que se aclaren algunas
cuestiones. Primero, que la complejidad del procedimiento de ablación y
trasplante, en el que intervienen varios equipos médicos altamente
especializados, torna muy improbable la existencia de circuitos clandestinos.
Segundo, que la necesaria compatibilidad entre donante y receptor también aleja
la posibilidad de manipulaciones que pudieran derivar en muertes “a pedido”.
La última cuestión es la más compleja. Porque hasta
el presente, aunque alguien haya manifestado expresamente su voluntad de donar,
es a la familia a la que se consulta en el momento en que aquélla puede
efectivizarse. Y tal consulta llega en un momento crucial, en general poco
propicio para las reflexiones profundas, máxime si tienen que llevar a la toma
de una decisión rápida.
Cuando esté vigente el consentimiento presunto
previsto en la ley, que implica que sólo deba manifestarse expresamente la
negativa a donar, muchos de estos problemas se evitarán. Mientras tanto, las
campañas públicas deben esclarecer sobre la naturaleza de los procedimientos
técnicos, para disipar fantasmas.
Pero, esencialmente, deben apuntar a que se tome
conciencia de lo que significa salvar otra vida. Porque para decidirlo en un
momento límite es menester que la idea se haya considerado y discutido
previamente, con calma y en profundidad. Nadie está exento de que la vida a
salvar pueda ser la propia o la de un ser querido. Por eso debería destacarse
que es más fácil lamentar el no haber consentido una donación a tiempo que
arrepentirse por haberlo hecho. (Clarín. Opinión. Viernes 26 de julio de 2002)
DESARROLLA
LOS SIGUIENTES PUNTOS
1. ¿Cuál es el tema principal que se menciona en el texto?
2. Identifique
la tesis del texto.
3. Enumere
los argumentos expuestos por el autor para respaldar o criticar la tesis.
4. ¿Cómo
finaliza o cierra el texto su autor?
5. Escriba
un comentario crítico con respecto a la donación de órganos.
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